domingo, 11 de julio de 2010

El Agua.

La suprema bondad procede como el agua .El agua llega a todas las cosas y las favorece, porque no busca el poder. El agua permanece en los lugares que otros desdeñan. Esto hace que se parezca al Tao. El gran Tao fluye por todas partes, hacia la izquierda y hacia la derecha. Todas las cosas existen por su mediación, y él no las rechaza. Al darse es generoso, y no exige ser retribuido. Ama y nutre todas las cosas, pero no se apropia de ellas. Como es siempre no existente, puede ser llamado pequeño. Todas las cosas regresan a él, pero no las reclama como su dueño: por eso es grande. Porque no se considera grande, la grandeza está con él.

No se detiene ni de día ni de noche. Si circula por la altura, origina la lluvia y el rocío. Si circula por abajo, forma los torrentes y los ríos. El agua sobresale en hacer el bien. Si se le pone un dique se detiene. Si se le abre camino discurre por él. He aquí por qué se dice que no lucha. Y sin embargo, nada la iguala en romper lo fuerte y lo duro ".

Hay que ser como el agua que fluye mansa e indiferente. Todo va por sí solo. Si está el agua turbia, dejadla quieta, y ella sola, gradualmente, adquirirá transparencia. Si vuestra mente esta perturbada e inquieta, dejad actuar al tiempo, y el reposo se producirá lentamente .Una tormenta no dura una mañana. Un chubasco no dura un día.

-Dr. Masaru Emoto.

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